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sábado, 7 de marzo de 2015

Negocios millonarios y miles de explotados. Las dos caras de la misma moneda.

Sobre el conflicto de Argen Pesca.

No es primicia que Mar del Plata, la llamada “Ciudad Feliz”, es la capital de la desocupación y el trabajo en negro. Tampoco es noticia nueva que el puerto marplatense concentra gran parte de ese trabajo no registrado.
Esta vez, el conflicto que destapó nuevamente la olla de la precarización es el que vienen sosteniendo desde hace tres meses los trabajadores y trabajadoras de ARGEN PESCA S.A.
Esta historia comienza el pasado 9 de diciembre de 2014 cuando el dueño de la fábrica coloca un cartel de venta. Los trabajadores alertados comienzan a reclamar por los años de antigüedad  y su situación por demás irregular. Durante más de 10 años han trabajado en condiciones de alta precarización no solo porque están sujetos a una relación laboral basada en el fraude y la simulación que significa la cooperativa “trucha” sino también por las  condiciones de seguridad.
La ayuda del sindicato de obreros de la industria del pescado (SOIP) es bien recibida y se decide con ellos bloquear el acceso al Parque Industrial. Allí los camiones no pasan con las materias primas y los empresarios se reúnen exigiéndole al dueño de Argenpesca, Jorge Giovannelli, que solucione el tema. Les preocupan sus negocios, piden el desalojo. Finalmente se abre la planta y los trabajadores se refugian en ella durante por 14 días.
Esta medida tiene como resultado la firma de algunos acuerdos de miseria a partir de los cuales reciben 1.200 pesos y bolsones de comida. No hay intervención del Estado, ni el Municipio, ni de los Ministerios de Trabajo. Los acuerdos se firman en el estudio jurídico del abogado de la empresa.
Esta maniobra de distracción surte buenos efectos para los empresarios. Dentro de la planta se alojaban 1700 barriles y 500 latas de 5 y 10 kgs de  pescado listo para exportar.  Cada barril es de 340 kg., el precio se calcula en euros y aunque desactualizado el dato es que el kilo  sale  de Mar del Plata a 12 euros. El empresario ingresa y retira toda la producción desalojando también a la gente.
Llegaron las fiestas. El 23 de diciembre dejan la planta y aguardan por la audiencia que solicitaron al Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.
Se realizaron audiencias en las oficinas de los Ministerios de Trabajo de nación y de provincia, en las fiscalías de mediación penal y en todas la respuesta fue que su reclamo debía hacerse por las vías legales correspondientes, o sea un juicio laboral a Giovanelli, quién para ese momento ya tenía declarada la quiebra y vendida toda la producción.
Mientras tanto, en aquel impase de las festividades, un grupo de 12 trabajadores contacta al gobernador Scioli en un acto público y piden su intervención, se las prometió.
Ya pasó más de un mes y medio del inicio de la toma de la sede del Ministerio de Trabajo de la provincia, las más de 90 familias que allí se encuentran luchando para que el conflicto se destrabe con una salida laboral genuina, no han obtenido otra respuesta que la represión y el encierro por parte de la gendarmería y los oídos sordos de distintos funcionarios tanto de Nación como del Municipio.
Lo que está ocurriendo con los trabajadores de ARGEN PESCA no hace más que poner de manifiesto lo que ya se sabe. Las altas tasas de ganancia de las empresas procesadoras y exportadoras de pescado se ven aún más fortalecidas por la explotación laboral. Trabajo en negro, cooperativas truchas formadas por los mismos empresarios, trabajo a destajo y hasta explotación infantil son una constante en el Puerto de Mar del Plata. Está claro también que esto ocurre con el consentimiento y la participación de funcionarios tanto de Nación como de Provincia y del Municipio. La ausencia casi total de inspecciones sanitarias y del Ministerio de trabajo y el preaviso en caso de que estas ocurran son claros ejemplo de este entramado.

Actualmente el conflicto fue llevado a la justicia penal, encontrándose en la etapa final de la mediación, cuando en realidad lo que los trabajadores y trabajadoras exigían era que funcionarios cumplan con sus obligaciones y den respuesta a la problemática que no es penal sino de índole laboral.



Fotos: Federica González.

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