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viernes, 17 de abril de 2015

Nuestros Desafíos

Por Emanuel Pironi, referente de Patria Grande.

En nuestro último plenario regional, reafirmamos que “Nos acercamos a un momento de transición luego de una larga etapa política abierta en 2003, incluso en el caso de que el Frente para la Victoria (FPV) sea quien gane las elecciones presidenciales. Sus principales candidatos –principalmente quien encabeza la nómina, el gobernador bonaerense Daniel Scioli- no garantizan la continuidad de las líneas más progresivas de la gestión del Estado ni de la dirección de la vida política nacional. En especial creemos que están amenazados los márgenes de autonomía ganados por el gobierno nacional frente a sectores del poder económico y del poder imperialista norteamericano.
En lo político el kirchnerismo culmina así esta etapa entre las expectativas que supo generar en el seno de la militancia popular y en una parte mayoritaria del pueblo y las limitaciones fatales de una construcción política que eligió apoyarse en la estructura del Partido Justicialista, garante orgánico de los intereses del poder económico y la dependencia nacional, y en el aparato del Estado, sin apostar al impulso de la organización y la movilización popular.
El escenario nacional tiende a presentarse en una polarización entre una propuesta de continuidad moderada “con cambios” (encarnada en Daniel Scioli) y una de restauración conservadora (Macri). Las principales variantes de la oposición representan en todos los casos un retroceso claro, y en consecuencia el triunfo de cualquiera de ellos sería regresivo desde el punto de vista de los intereses de nuestro pueblo y de la perspectiva de la integración latinoamericana.”
En lo local, el panorama no aparece mucho más alentador: las encuestas ubican a los tres principales candidatos/a (Pulti, Baragiola y Arroyo) con entre 20% y 30%, variando en todos los casos quién se encuentra 1ro, 2do y 3ro. En cualquiera de los casos, más allá de sus matices, se trata de propuestas conservadoras y que garantizan la continuidad de un Estado Municipal atado a los intereses de las corporaciones, las patronales de la pesca, el turismo, el transporte y los medios hegemónicos, con la figura de Aldrey Iglesias a la cabeza.
El Pultismo casi con seguridad disputará en la interna del Frente para la Victoria (FPV), es decir que Pulti buscará convertirse en el líder local del FPV, buscando encolumnar al kirchnerismo para competir en octubre contra Baragiola y Arroyo, principales exponentes de la oposición de derecha.
En este marco, desde Patria Grande buscamos, sin éxito, unir a las distintas organizaciones del campo popular detrás de un programa común de defensa de las conquistas populares y que avance hacia los cambios estructurales que necesita nuestro país. Esto no fue posible y mientras algunos eligieron continuar dentro del FPV (lo que en la práctica implica subordinarse a la política del PJ, de Scioli y de Pulti), otros eligieron reafirmar su anti-kirchnerismo en opciones electorales testimoniales. Sin dudas, dar la batalla de ideas en las elecciones, será una tarea difícil.
Pero quienes militamos en Patria Grande no le huimos a las tareas difíciles. Ya demostramos que podemos construir un centro cultural, centros de estudiantes, sindicatos, casas, un barrio entero, ahora queremos demostrar que este mismo pueblo organizado puede gobernar la ciudad. Somos una fuerza nueva y joven que venimos trabajando y construyendo desde lo social, en los barrios, en las facultades y centros culturales. Somos trabajadores, somos militantes, no somos políticos profesionales, ni queremos serlo. Nos cansamos de la vieja política y los partidos tradicionales y por eso decidimos participar de las elecciones.
Pulti, Arroyo y Baragiola son parte de la misma vieja política, que gasta el presupuesto municipal en publicidad y en poner lindo el centro, pero se olvida de los barrios, de la salud, de la educación. Tienen acuerdos con los empresarios que financian sus campañas políticas, entonces nunca van a transformar el transporte público o solucionar el problema del trabajo en negro.
Somos muchos, somos pueblo organizado, somos los de abajo y vamos a transformar la ciudad. Por eso estamos trabajando en un Nuevo Proyecto de Ciudad. Un proyecto que le haga frente a la especulación inmobiliaria y la renta urbana, para que todos podamos acceder a la tierra y a una vivienda digna; donde los y las trabajadoras recuperemos nuestra dignidad, sin desocupación, empleos eventuales y/o en negro, con un puerto activo y de pleno empleo; donde el acceso a la salud y educación no sea un privilegio; queremos una ciudad donde el transporte deje de ser un negocio y empiece a ser un bien al servicio del pueblo; no queremos una ciudad que le dé la espalda a los barrios periféricos, mientras unos pocos hacen negocios millonarios con mega-emprendimientos inmobiliarios y mega-eventos internacionales; queremos un modelo de ciudad donde todos y todas podamos participar en la toma de decisiones. Por eso, queremos gobernar para transformar el Estado Municipal para ponerlo al servicio del pueblo trabajador, que deje de estar manejado por los intereses de unos pocos empresarios corruptos que se llenan los bolsillos haciendo negocios con el Estado a costa del laburo de miles de marplatenses.
La ciudad que queremos, la vamos a construir juntos trabajadores y trabajadoras, estudiantes, jóvenes, jubilados y jubiladas, vecinos y vecinas, todos y todas podemos aportar en este proyecto, y para ello necesitamos darle fuerza e instalar esta nueva voz en la agenda pública y política de la ciudad, una voz que encarna un proyecto transformador. Te invitamos a construirla, a sumarte, a difundirla.
Ha llegado la hora de cambiar todo lo que deba ser cambiado. Queremos transformar la ciudad y vamos a transformarla  con el protagonismo popular. Ese es el desafío.

Por una gestión no violenta de la seguridad

Avances y retrocesos en el proceso de Municipalización.

Por Eugenia Tommasi, del espacio de Derechos Humanos de Patria Grande Mar del Plata. 

Podemos analizar la violencia urbana desde diversos planos. Así, bien podemos analizarla a partir de la política exterior o a partir de la política interna del Estado. En el primer eje, cabe prestar especial atención a cómo se configura el colonialismo del Siglo XXI, que ha sofisticado diversos mecanismos de instalación de violencia en los territorios de la periferia urbana, mientras que en el segundo, es necesario problematizar la capacidad del sistema democrático para abordarla. En este plano, y en los últimos años, hemos visto que lo principal de muchos políticos han sido las políticas de seguridad a partir del control y la violencia.
A nivel nacional, a pesar de las varias medidas progresivas que se pueden  marcar en materia social, cultural y económica promovidas por el kirchnerismo, en materia de gestión de la Seguridad primaron los enfoques policialistas y de la demagogia punitiva. Y los intentos transformadores en esta materia, como algunas iniciativas de la gestión de Nilda Garré o la reciente disolución de la SIDE, siguen chocándose con la necesidad de dar respuestas cuando el problema explota.
En el plano local, hace tiempo que nos atraviesa un intento de municipalización del planeamiento y la dirección de la política securitaria. Con ese marco, y tras una seguidilla de hechos de sangre, en las últimas semanas se produjeron modificaciones en esa materia, a punto tal que podemos decir que la Secretaría de Seguridad del Municipio sufrió la intervención por parte de Scioli.
Sin negar que el ejecutivo local ha tomado medidas que intentan, por lo menos desde lo discursivo, democratizar el sistema de seguridad pública, esa intencionalidad ha tenido fuertes decaídas fruto de la “urgencia” por dar respuestas “inmediatas” al problema de la “inseguridad”. Retrocesos que se dan cuando los hechos violentos hegemonizan el debate público, y cuando se responde con medidas que, lejos de tender a democratizar, son de tinte netamente policialista, de alto impacto mediático. En ese círculo vicioso, no queda muy en claro si las políticas adoptadas en materia de seguridad son la causa o la consecuencia de los hechos de violencia.
En el comienzo del año electoral, las políticas de seguridad se han concentrado en ampliar el sistema represivo policial. Nuestra ciudad fue centro del gran “Operativo Sol”, que contó con 8.020 policías para tareas preventivas, móviles, puestos de control motorizados y destacamentos móviles, motocicletas, cuatriciclos y vehículos todo terreno. Además de helicópteros, 100 patrullas y 2 centros de operaciones tácticas. Previamente, en la ciudad se ya había sido lanzado el Comando de Prevención Comunitaria (CPC) con una importante cantidad de patrulleros y personal policial, y se instalaron aproximadamente 1300 cámaras, con un Centro de Monitoreo cuyo tamaño y capacidades envidiarían cualquier otra dependencia municipal.
Y se continúa con la política de, ante casos que adquieren trascendencia, tomar nuevas decisiones en esta materia. Nuevas, pero siempre similares. A varios homicidios un mismo fin de semana, ocurridos por distintos móviles, una única respuesta: 100 agentes más, más patrulleros, 20 motos y un helicóptero para patrullaje aéreo.
Esto demuestra que la ecuación que hacen tanto el Gobierno Local como el Provincial es muy simple: a más hechos violentos, más Policía. No compartimos estos enfoques policialistas, y creemos, además, que si se necesita algo es OTRA Policía.
Decimos que queremos OTRA policía por los hechos y datos, antiguos y recientes, que dan cuenta de los altos niveles de violencia policial. Al primer trimestre del 2015 hubo un efectivo policial imputado de homicidio en ejercicio de sus funciones, dos efectivos del CPC denunciados por abuso sexual, un efectivo de la misma fuerza denunciado por homicidio en tentativa y vejaciones, y otro vinculado al tráfico de estupefacientes. Por otro lado, 6 policías están imputados en la causa por las licencias truchas y la Justicia condenó a la que fuera cúpula de la Comisaría 4ta por el armado de causas.
En nuestra ciudad, en los primeros tres meses de 2015, ocurrieron 28 de los hechos violentos más graves, homicidios. De ese total, según informó el Director del Centro de Análisis Estratégico del Delito a medios locales, 5 fueron en ocasión de robo, 5 por razones sin determinar, 13 por conflictos personales, 1 por problema vecinal, 2 por violencia familiar y 2 por violencia institucional de las Fuerzas de Seguridad.
Sin negar la gravedad del número total de homicidios, y lo que cada uno de ellos representa en los familiares y amigos de las víctimas, no podemos decir que se hayan debido a lo que comúnmente se llama “inseguridad”, que se relaciona con los delitos contra la propiedad, y encabeza el ranking de preocupaciones de la sociedad.
La conclusión a la que se llega con esos números es que la conflictividad más preocupante, y que nos debe ocupar, es la social, la que lleva a que los jóvenes se maten en sus barrios o adentro de sus casas, y que dio lugar a, por lo menos, 18 de los homicidios ocurridos en el año (64,5% del total).
Llegamos a un punto en el cual, a pesar de la saturación de policías que registra nuestra ciudad, las violencias sociales aumentaron, siendo nula la capacidad, tanto del gobierno local como provincial, para generar mecanismos y herramientas que permitan romper los círculos de violencia. Las políticas de seguridad que se han implementado son claramente regresivas, y que demuestran su fracaso al no disminuir los hechos delictivos y aumentar considerablemente las prácticas violatorias de derechos humanos, principalmente desde la declaración de la “emergencia en seguridad” de Scioli. Por eso, vemos con preocupación que todas las fuerzas del Concejo Deliberante hayan solicitado la continuidad de tal declaración.
Requerimientos como ese hacen responsables a todos los bloques políticos del aumento de violencia que se podría generar, ya que se demostró que con esa declaración la letalidad de la policía bonaerense se duplicó: en el año 2005, había 1 muerte cada 15 enfrentamientos y hoy son 2 cada 10, según datos del Centro de Estudios Legales y Sociales. También nos preocupa, y consideramos un retroceso, la designación de Rodolfo Iriart como Secretario de Seguridad. Esta designación, con línea directa al (y del) Gobernador Scioli, no va a hacer otra cosa que profundizar las políticas regresivas que en estos años se impulsaron desde la Provincia en esta materia, y contrariar los dificultosos y lentos pasos progresivos dados por el Estado Municipal.
En ese sentido, y con relación a la policía local, entendemos que si hubiesen voluntad política y políticas de largo y mediano plazo el Ejecutivo Local podría despegarse de la línea que mandan Scioli y Granados, y avanzar en la construcción de una fuerza de seguridad democrática que hasta ahora no aparenta ser más que una descentralización de la Bonaerense. Por caso, recientemente trascendió una denuncia sobre abusos que un aspirante a policía sufrió en la Escuela de Formación, lo cual muestra la urgencia de convocar a crear el Órgano de Contralor Externo de la fuerza que la Ley impone. Si se quiere promover una gestión democrática de la seguridad este órgano es de vital importancia, y debe ampliarse su participación para que no sea un órgano de control meramente formal sino real.
Cuando decimos que se necesita otra política hay que prestar especial atención al proceso de formación policial. Está demostrado que el estado policial permanente pone en situación de riesgo no solo a los civiles sino también a los propios policías, y entendiendo que la mejor fuerza que se puede crear es aquella que pueda dialogar y resolver conflictos con la palabra, nos parece fundamental que el primer acercamiento de la policía local con la sociedad no sea armada. Es importante que las y los agentes conozcan los barrios marplatenses y batanenses, y se formen en ese proceso de conocimiento no con el arma de fuego, sino ejercitando el dialogo, lo cual se presenta como la mejor forma de disminuir la violencia y reducir a lo mínimo e indispensable el uso de la fuerza.

Se cumplieron 12 meses desde la declaración de emergencia en seguridad, y desde Patria Grande tenemos más cuestionamientos a los enfoques de esa materia que hace un año, y proponemos avanzar en la construcción de una gestión no violenta de la seguridad, que parta del apuntalamiento de los lazos sociales y de garantizar Justicia Social en y para los barrios vulnerables. Ese es el piso para comenzar a disminuir los niveles de violencia que tanto preocupan como Sociedad.


domingo, 5 de abril de 2015

Plenario de Patria Grande

Vamos a transformar la ciudad!

Por Emanuel Pironi, referente de Patria Grande Mar del Plata.

El pasado sábado 28 de marzo realizamos, en el Centro Cultural América Libre, el Primer Plenario Regional Mar del Plata del Movimiento Popular Patria Grande. La máxima instancia de debate y de toma de decisiones del movimiento contó con la participación de más de 100 compañeros y compañeras provenientes de los distintos barrios de la ciudad y también de las localidades de Pinamar y Madariaga, militantes barriales, estudiantiles, trabajadores y trabajadoras de la economía popular de las distintas cooperativas del movimiento, activistas sindicales, militantes feministas, de la cultura y de derechos humanos. 
El encuentro tuvo una primer parte en donde caracterizamos la situación social y política nacional y definimos los lineamientos para la intervención política de Patria Grande para el 2015 y la nueva etapa que se abrirá en nuestro país tras las elecciones. En el marco del giro conservador del sistema político reafirmamos la necesidad de construir la Izquierda Popular en la Argentina, apostando desde nuestro espacio a superar la actual fragmentación política del campo popular. Entendemos que en un escenario polarizado, donde avanza la derecha, es necesario acumular poder de los de abajo y dar la batalla de ideas, para enfrentar a los grupos dominantes, defender las conquistas populares y apostar a mayores niveles de unidad política de las distintas tradiciones de la militancia popular y de izquierda en la Argentina como única forma de poder poner en pie un Proyecto Popular superador de la experiencia kirchnerista, capaz de gobernar la Argentina.
En un segundo momento, abordamos el debate sobre la situación en nuestra ciudad y las tareas y objetivos locales de Patria Grande para este año. Definimos como tareas centrales consolidar nuestro movimiento e intervenir en las elecciones locales y provinciales buscando poner en agenda nuestra visión y las propuestas desde la Izquierda Popular. Reafirmamos que la tarea central de nuestra campaña es que sirva para el crecimiento de la organización popular en cada barrio, en cada lugar de estudio y de trabajo; que sirva para poner sobre la mesa las problemáticas reales que sufrimos los de abajo y proponer soluciones vinculadas al protagonismo popular, la participación directa y a generar un Estado de nuevo tipo que rompa sus alianzas con las corporaciones y los empresarios que se la están llevando en pala.
En el Plenario de cierre se hizo la puesta en común de lo debatido y se eligió la Mesa Política de conducción Regional del Movimiento.
Quienes militamos en Patria Grande ya demostramos que con el pueblo organizado podemos construir un Centro Cultural, Asambleas y comedores barriales, Centros de Estudiantes, Cooperativas de trabajo, Casas, un barrio entero.
De lo que se trata ahora es de demostrar que también, con el pueblo organizado, podemos gobernar la ciudad.

¡Vamos a Transformar la Ciudad!



jueves, 2 de abril de 2015

FESTIVAL POR EL CENTRO CULTURAL AMERICA LIBRE

FESTIVAL POR EL COMODATO DEL
CENTRO CULTURAL AMÉRICA LIBRE

Durante todo el mes de marzo desde Patria Grande continuaron las actividades por la campaña “Yo también quiero el comodato para el América libre”. Funciones de teatro, noche de teatro breve, ciclo de cine, peña, milonga y otras actividades artísticas tuvieron lugar en el Centro Cultural y el cierre de la campaña será con un festival artístico el próximo sábado 4.

El Centro Cultural América Libre abrió sus puertas en el año 2006 luego del Primer Congreso Argentino de Cultura. Buscando recuperar espacios públicos y en desuso para la promoción de cultura fue que artistas, trabajadores y trabajadoras, estudiantes universitarios, organizaciones sociales y profesionales, recuperaron un espacio ubicado en San Martín y 20 de Septiembre que fue abandonado por ANSES por más de nueve años.

Emanuel Pironi, referente de Patria Grande, expresó que "luego de 8 años de la apertura del Centro Cultural, de trabajo por la cultura popular y marplatense, consideramos que hemos construido la legitimidad social necesaria para hoy ir por la legalidad de este espacio. Nuestra situación con relación al inmueble es precaria y para poder seguir trabajando por la cultura independiente y autogestiva necesitamos que se nos reconozca con el comodato. Además, en un contexto de avance de la derecha, que como demostraron Macri y Bruera busca silenciar y clausurar la cultura popular, necesitamos esta legalidad para estar más respaldados.”


El cierre de la campaña será el sábado 04 de abril desde las 20hs. en la Plaza Rocha (Av. Luro y 20 de septiembre). Habrá una Feria de la Economía Popular y bandas entre las que se difundieron que tocará Luis Reales, Luis reales, Juani Duran, Marino Coliqueo, Mira que Cosa, Hazmereir, La Formula, Esencia Nativa, Flor de Monos, La willington y desde Ituzaingo, Zumba La Tierra.