Por Emanuel Pironi, referente de Patria Grande.
En nuestro último plenario regional, reafirmamos que “Nos
acercamos a un momento de transición luego de una larga etapa política abierta
en 2003, incluso en el caso de que el Frente para la Victoria (FPV) sea quien
gane las elecciones presidenciales. Sus principales candidatos –principalmente
quien encabeza la nómina, el gobernador bonaerense Daniel Scioli- no garantizan
la continuidad de las líneas más progresivas de la gestión del Estado ni de la
dirección de la vida política nacional. En especial creemos que están
amenazados los márgenes de autonomía ganados por el gobierno nacional frente a
sectores del poder económico y del poder imperialista norteamericano.
En lo político el kirchnerismo culmina así esta etapa
entre las expectativas que supo generar en el seno de la militancia popular y
en una parte mayoritaria del pueblo y las limitaciones fatales de una
construcción política que eligió apoyarse en la estructura del Partido
Justicialista, garante orgánico de los intereses del poder económico y la
dependencia nacional, y en el aparato del Estado, sin apostar al impulso de la
organización y la movilización popular.
El escenario nacional tiende a presentarse en una
polarización entre una propuesta de continuidad moderada “con cambios”
(encarnada en Daniel Scioli) y una de restauración conservadora (Macri). Las principales variantes de la oposición
representan en todos los casos un retroceso claro, y en consecuencia el triunfo
de cualquiera de ellos sería regresivo desde el punto de vista de los intereses
de nuestro pueblo y de la perspectiva de la integración latinoamericana.”
En lo local, el panorama no
aparece mucho más alentador: las encuestas ubican a los tres principales
candidatos/a (Pulti, Baragiola y Arroyo) con entre 20% y 30%, variando en todos
los casos quién se encuentra 1ro, 2do y 3ro. En cualquiera de los casos, más
allá de sus matices, se trata de propuestas conservadoras y que garantizan la
continuidad de un Estado Municipal atado a los intereses de las corporaciones,
las patronales de la pesca, el turismo, el transporte y los medios hegemónicos,
con la figura de Aldrey Iglesias a la cabeza.
El Pultismo casi con seguridad disputará en la interna
del Frente para la Victoria (FPV), es decir que Pulti buscará convertirse en el
líder local del FPV, buscando encolumnar al kirchnerismo para competir en
octubre contra Baragiola y Arroyo, principales exponentes de la oposición de
derecha.
En este marco, desde Patria Grande buscamos, sin éxito,
unir a las distintas organizaciones del campo popular detrás de un programa
común de defensa de las conquistas populares y que avance hacia los cambios
estructurales que necesita nuestro país. Esto no fue posible y mientras algunos
eligieron continuar dentro del FPV (lo que en la práctica implica subordinarse
a la política del PJ, de Scioli y de Pulti), otros eligieron reafirmar su
anti-kirchnerismo en opciones electorales testimoniales. Sin dudas, dar la
batalla de ideas en las elecciones, será una tarea difícil.
Pero quienes militamos en Patria Grande no le huimos a
las tareas difíciles. Ya demostramos que podemos construir un centro cultural,
centros de estudiantes, sindicatos, casas, un barrio entero, ahora queremos
demostrar que este mismo pueblo organizado puede gobernar la ciudad. Somos una
fuerza nueva y joven que venimos trabajando y construyendo desde lo social, en
los barrios, en las facultades y centros culturales. Somos trabajadores, somos
militantes, no somos políticos profesionales, ni queremos serlo. Nos cansamos
de la vieja política y los partidos tradicionales y por eso decidimos
participar de las elecciones.
Pulti, Arroyo y Baragiola son parte de la misma vieja
política, que gasta el presupuesto municipal en publicidad y en poner lindo el centro,
pero se olvida de los barrios, de la salud, de la educación. Tienen acuerdos
con los empresarios que financian sus campañas políticas, entonces nunca van a
transformar el transporte público o solucionar el problema del trabajo en
negro.
Somos muchos, somos pueblo organizado, somos los de
abajo y vamos a transformar la ciudad. Por eso estamos trabajando en un Nuevo
Proyecto de Ciudad. Un proyecto que le haga frente a la especulación
inmobiliaria y la renta urbana, para que todos podamos acceder a la tierra y a
una vivienda digna; donde los y las trabajadoras recuperemos nuestra dignidad,
sin desocupación, empleos eventuales y/o en negro, con un puerto activo y de
pleno empleo; donde el acceso a la salud y educación no sea un privilegio;
queremos una ciudad donde el transporte deje de ser un negocio y empiece a ser
un bien al servicio del pueblo; no queremos una ciudad que le dé la espalda a
los barrios periféricos, mientras unos pocos hacen negocios millonarios con
mega-emprendimientos inmobiliarios y mega-eventos internacionales; queremos un
modelo de ciudad donde todos y todas podamos participar en la toma de
decisiones. Por eso, queremos gobernar para transformar el Estado Municipal
para ponerlo al servicio del pueblo trabajador, que deje de estar manejado por
los intereses de unos pocos empresarios corruptos que se llenan los bolsillos
haciendo negocios con el Estado a costa del laburo de miles de marplatenses.
La ciudad que queremos, la vamos a construir juntos
trabajadores y trabajadoras, estudiantes, jóvenes, jubilados y jubiladas,
vecinos y vecinas, todos y todas podemos aportar en este proyecto, y para ello
necesitamos darle fuerza e instalar esta nueva voz en la agenda pública y
política de la ciudad, una voz que encarna un proyecto transformador. Te
invitamos a construirla, a sumarte, a difundirla.
Ha llegado la hora de cambiar todo lo que deba ser
cambiado. Queremos transformar la ciudad y vamos a transformarla con el
protagonismo popular. Ese es el desafío.