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domingo, 3 de mayo de 2015

Ingreso irrestricto y crisis edilicia. El triunfo del movimiento estudiantil y la falta de planificación de las autoridades de la Universidad.


Por Luciano Gasparini (Consejero Superior de la UNMdP) y Florencia Falagán (Presidenta del Centro de Estudiantes de Humanidades)


El ingreso irrestricto a la Universidad es un triunfo de la lucha del movimiento estudiantil que dio lugar a fuertes debates en la comunidad universitaria. Desde La Mella entendemos que la defensa de esa conquista histórica es indiscutible y que el debate ahora hay que llevarlo a otro plano, que sería pensar cómo garantizar condiciones de cursadas dignas para todos y todas.
Es de conocimiento público que la infraestructura del Complejo Universitario Manuel Belgrano, situado en Funes entre San Lorenzo y Peña, es muy deficitaria. Es un edificio que no tiene capacidad suficiente para toda la comunidad universitaria, a la fecha son tres las Facultades que no cursan ahí (Ciencias Agrarias, Derecho e Ingeniería).
El año 2015 comenzó con algunos cambios para la Universidad Nacional de Mar del Plata. Consecuencia del ingreso irrestricto, hay 2000 estudiantes más. Si bien al aprobar el ingreso irrestricto las autoridades tendrían que haber prevenido que ese aumento iba a suceder, no fue así. La crisis edilicia de la UNMdP no pudo contener a esta nueva cantidad de ingresantes, dando lugar a pésimas condiciones de cursada, con estudiantes oyendo la clase desde los pasillos y sentados en el suelo, pérdidas de cursadas y recorte de comisiones como sucedió en la Facultad de Psicología y de Humanidades.
Si bien es un dato conocido que Humanidades, Ciencias de la Salud y Psicología tengan muy pocas aulas para las cursadas, lo cual es motivo de reclamo de los y las estudiantes hace años, lo novedoso es que esta situación se hizo extensiva a las Facultades de Ciencias Económicas y Arquitectura.
Esta situación de crisis edilicia generó un nuevo conflicto que dio lugar a un proceso de lucha y organización estudiantil. Desde el Centro de Estudiantes de Humanidades (conducido por La MELLA) y el Centro de Estudiantes de Psicología (conducido por el MEPs) convocamos a asambleas de cada Facultad, después un corte de calle y que finalizó con una asamblea interfacultades.
En dichas asambleas los y las estudiantes resolvimos realizar un plan de lucha exigiendo que se garanticen aulas en forma inmediata para que no se pierdan más cursadas, se construyan aulas en el espacio de la Biblioteca Central cuando se mude a la nueva Biblioteca y se efectivice el plan de obras para el nuevo Complejo Universitario. También se incluyó entre las reivindicaciones que se cumpla con el petitorio de la Secretaría de Géneros del CEH que exige, entre otras cosas, más luminaria, un centro para cargar la tarjeta de colectivo en el Complejo y que los colectivos pasen por la puerta de la Universidad, esto con el fin de terminar con los abusos y violaciones que se realizan en sectores aledaños al Complejo. A la vez, entendimos era necesario que se le exija a las autoridades del Rectorado que pongan un plazo concreto para solucionar las problemáticas.
El día jueves 23, el Centro de Estudiantes de Humanidades y de Psicología, junto con distintas agrupaciones estudiantiles nos concentramos en el Rectorado y, en el marco del plenario del Consejo Superior de la UNMdP, expusimos la problemática que estaba a la vista de todos los miembros de la comunidad universitaria y planteamos las exigencias que llevamos adelante. También expusimos que si bien hoy padecemos esta problemática concreta por la falta de condiciones dignas de cursada, que requiere de soluciones inmediatas, tenemos que aprovechar este momento para discutir a fondo cuestiones estructurales de la Universidad: la necesidad de abrir concursos docentes transparentes para cubrir más bandas horarias y construir una estructura de cargos del personal universitario acorde al funcionamiento de las distintas unidades académicas y del conjunto de la Universidad. Por supuesto, todo eso amerita una exigencia concreta al Gobierno Nacional de mayor presupuesto para la Universidad de Mar del Plata.
No obtuvimos ninguna respuesta concreta por parte del Rector Francisco Morea y las autoridades de la Universidad, solo hicieron un repaso de reuniones con funcionarios pero que no llevaron a soluciones. Por otro lado, se comprometieron a dejar participar a los representantes estudiantiles en las reuniones que se mantienen con los secretarios de coordinación de las distintas unidades académicas.
El miércoles 29 nos presentamos en dicha reunión donde nuevamente planteamos nuestras exigencias. Ese espacio de coordinación entre la Universidad y las Facultades funciona hace tiempo y en forma sistemática se reúnen. Pese a ello, en la misma expresaron que falta planificación y que ni siquiera hay una grilla unificada de la distribución del espacio áulico del Complejo Universitario. Esta inoperancia de las autoridades nos lleva a pensar que no hay voluntad política de garantizar los derechos de los y las estudiantes. El ingreso irrestricto, derecho conquistado, claramente iba a dar lugar al aumento de estudiantes. Las autoridades no quisieron planificar ese aumento y así generar opiniones en contra del ingreso irrestricto, cuando en realidad son las autoridades de la Universidad las responsables de no haberlo planificado.

Es evidente, una vez más, que el motor de la Universidad radica en el movimiento estudiantil. No podemos depender ni delegar en las autoridades que cumplan con nuestros derechos básicos porque ya demostraron que no les importa. Solo nuestra participación, nuestra lucha y nuestra organización podrán hacernos avanzar. Sigamos defendiendo el ingreso irrestricto y construyendo una Universidad Pública y Popular.

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