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jueves, 13 de noviembre de 2014

A 9 años de la cumbre y la contracumbre

EN MAR DEL PLATA ESTÁ LA TUMBA DEL ALCA

Es un día lluvioso, y aunque la ciudad está sitiada por las medidas de seguridad que se imponen en Mar del Plata, decenas de miles de personas se aprestan a movilizarse contra la presencia del genocida George W. Bush en nuestra tierra.
Es la mayor movilización de masas que recuerde Mar del Plata y tiene un objetivo claro: visibilizar en las calles el rechazo hacia el imperialismo norteamericano, y hacia sus intentos de imponer el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Es el 5 de Noviembre de 2005, fecha de llegada de un largo proceso de organización, concientización y lucha antimperialista emprendido por las organizaciones populares de nuestra ciudad. Y, en perspectiva, es también el punto de partida del proceso de integración latinoamericana que hoy atravesamos.
Coordinación y articulación antimperialista
Desde que se confirmó que nuestra ciudad sería la sede de la “IV Cumbre de las Américas”, la consigna “No permitamos que Bush pise Mar del Plata” sirvió como elemento organizador de un amplio arco de organizaciones y colectivos que, con el impulso del grupo S.A.L (Solidaridad Antimperialista Latinoamericana) y las agrupaciones del Movimiento Universitario de Izquierda (MUI, hoy Corriente Julio Antonio Mella en el Movimiento Popular Patria Grande), trabajamos instalando el repudio a la presencia de George Bush en nuestra ciudad.
Así, se conformó la llamada “Coordinadora Estudiantil Antimperialista” (CEA), en el marco de la cual todas las organizaciones  estudiantiles (excepto el radicalismo universitario), coordinamos y articulamos durante todo el año diversas iniciativas tendientes a lograr expresar en todos los ámbitos que no permitiríamos que el amo del Norte imponga y condicione nuestros destinos.
A través de las iniciativas realizadas, se logró instalar masivamente en nuestra ciudad el repudio hacia la presencia del presidente norteamericano y hacia el sistema que éste representaba.
A nivel local, en tanto, se conformó la Asamblea Antimperialista Marplatense, en la cual con una destacada participación estudiantil se nuclearon las organizaciones de la ciudad para coordinar y organizar las actividades.
La labor de la CEA sirvió, además, para profundizar en la articulación entre los sectores de la por entonces llamada Izquierda Independiente, destacándose los “Plenarios de la Militancia”, en los cuales promovimos la articulación y síntesis desde las bases de las distintas agrupaciones, como forma de avanzar en la reconstrucción del Movimiento Estudiantil antimperialista.
La Cumbre de los Pueblos
Junto a la convocatoria a la movilización contra la presencia de Bush en nuestra ciudad, semanas antes de la realización de la Cumbre oficial se confirmó la realización en nuestra ciudad de la contracumbre, la “Cumbre de los Pueblos”, de la cual participaron miles de personas provenientes de toda Latinoamérica.
La llegada del “Tren de los Pueblos”, que trajo entre otros a quien luego sería electo Presidente de Bolivia, Evo Morales, fue el puntapié inicial de esta iniciativa que, con base en el Complejo Universitario, se realizó en simultáneo a la Cumbre de las Américas.
Con decenas de actividades e intercambios la “contracumbre” demostró el espíritu antimperialista de los Pueblos  de nuestra América, así como también las exigencias y necesidades de los sectores populares, en el camino de construir alternativas civilizatorias frente a la crisis capitalista.
Es de destacar en esta iniciativa, el haber logrado la articulación de los que podemos considerar los cuatro actores centrales de lo que entendemos como campo popular: los partidos de la izquierda “tradicional” (PCR, MST, PO, entre otros), los sectores de la izquierda Kirchnerista que fueron impulsores de la Cumbre de los Pueblos (como Miguel Bonasso,), la izquierda reformista (sectores enrolados en la CTA) y lo que hoy llamamos Izquierda Popular.
Lucha de calles y lucha diplomática
Durante los dos días que se realizó la Cumbre de las Américas, la masiva concurrencia a las distintas actividades y la enorme participación en las movilizaciones realizadas, logradas a pesar de las amenazas de represión, de la división de la ciudad por vallas, y de la fuerte campaña mediática intentada para hacer de “Mar del Plata, Ciudad Cumbre”, lograron acompañar en las calles la resistencia contra la implementación del ALCA que, con el Comandante Hugo Chávez a la cabeza, lograron imponer nuestros países en las discusiones dadas en la Cumbre.
El acto realizado en el Estadio Mundialista fue el broche de oro de esas jornadas de resistencia, acto en el cual ante miles de personas Hugo Chávez lanzó aquella definición que aún hoy perdura en nuestros oídos: “Hemos venido con una pala, porque en Mar del Plata está la tumba del ALCA”.
El Área de Libre Comercio de las Américas era un proyecto multilateral para eliminar las fronteras aduaneras y las protecciones arancelarias, garantizándose de ese modo la “libre circulación” de bienes y servicios (no así de las personas), lo cual hubiese implicado la destrucción de las industrias latinoamericanas, y el control económico de nuestros países por parte del imperialismo norteamericano.
Pero gracias a la resistencia de los Presidentes de Venezuela, Brasil y Argentina durante el desarrollo de la Cumbre, y a la enorme movilización continental contra su implementación, se logró impedir que el ALCA tuviese posibilidades de éxito al lograr sacar una declaración firmada por todos los países, excepto Estados Unidos y Panamá, que no hizo mención a ese proyecto.
Los resultados de la Cumbre significaron la que fue quizá la mayor derrota sufrida en el campo político y diplomático por Estados Unidos (que desde sus orígenes, a través de la “Doctrina Monroe”, define a todas las tierras al Sur del Río Bravo como su “patio trasero”), y fue sin dudas el germen que posibilitó la construcción y desarrollo de las distintas iniciativas de integración latinoamericana (UNASUR, CELAC, ALBA), que, con todas sus idas y vueltas, ha cambiado la geopolítica americana y mundial.
La derrota del ALCA, sin embargo, no significa que el imperialismo haya abandonado sus intentos de imponer sus proyectos, razón por la cual hay que profundizar la construcción de proyectos y organizaciones políticas que hagan realidad el sueño de la PATRIA GRANDE y puedan enfrentar los intentos de restauración conservadora en nuestro continente, así como los “nuevos ALCA” que, ahora en forma bilateral, y también a través de la llamada “Alianza del Pacífico”, se intentan impulsar.

El desafío es grande, como grande es la esperanza de lograrlo. Ya lo logramos en 2005, y lo lograremos todas las veces que sea necesario. Porque en Nuestramérica, NO PASARÁN.


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