EN MAR DEL PLATA ESTÁ LA TUMBA DEL ALCA
Es un día lluvioso, y aunque la ciudad está sitiada por las
medidas de seguridad que se imponen en Mar del Plata, decenas de miles de
personas se aprestan a movilizarse contra la presencia del genocida George W.
Bush en nuestra tierra.
Es la mayor movilización de masas que recuerde Mar del Plata y
tiene un objetivo claro: visibilizar en
las calles el rechazo hacia el imperialismo norteamericano, y hacia sus
intentos de imponer el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Es el 5 de Noviembre de 2005, fecha de llegada de un largo
proceso de organización, concientización y lucha antimperialista emprendido por
las organizaciones populares de nuestra ciudad. Y, en perspectiva, es también
el punto de partida del proceso de integración latinoamericana que hoy
atravesamos.
Coordinación y articulación
antimperialista
Desde que se confirmó que nuestra ciudad sería la sede de la
“IV Cumbre de las Américas”, la consigna
“No permitamos que Bush pise Mar del Plata” sirvió como elemento organizador de
un amplio arco de organizaciones y colectivos que, con el impulso del grupo
S.A.L (Solidaridad Antimperialista Latinoamericana) y las agrupaciones del
Movimiento Universitario de Izquierda (MUI, hoy Corriente Julio Antonio Mella
en el Movimiento Popular Patria Grande), trabajamos instalando el repudio a la
presencia de George Bush en nuestra ciudad.
Así, se conformó la llamada “Coordinadora Estudiantil Antimperialista” (CEA), en el marco de la
cual todas las organizaciones
estudiantiles (excepto el radicalismo universitario), coordinamos y
articulamos durante todo el año diversas iniciativas tendientes a lograr
expresar en todos los ámbitos que no permitiríamos que el amo del Norte imponga
y condicione nuestros destinos.
A través de las iniciativas realizadas, se logró instalar
masivamente en nuestra ciudad el repudio
hacia la presencia del presidente norteamericano y hacia el sistema que éste
representaba.
A nivel local, en tanto, se conformó la Asamblea
Antimperialista Marplatense, en la cual con una destacada participación
estudiantil se nuclearon las organizaciones de la ciudad para coordinar y
organizar las actividades.
La labor de la CEA sirvió, además, para profundizar en la
articulación entre los sectores de la por entonces llamada Izquierda
Independiente, destacándose los “Plenarios
de la Militancia”, en los cuales promovimos la articulación y síntesis desde
las bases de las distintas agrupaciones, como forma de avanzar en la
reconstrucción del Movimiento Estudiantil antimperialista.
La Cumbre de los Pueblos
Junto
a la convocatoria a la movilización contra la presencia de Bush en nuestra
ciudad, semanas antes de la realización de la Cumbre oficial se confirmó la
realización en nuestra ciudad de la contracumbre, la “Cumbre de los Pueblos”,
de la cual participaron miles de personas provenientes de toda Latinoamérica.
La
llegada del “Tren de los Pueblos”, que trajo entre otros a quien luego sería
electo Presidente de Bolivia, Evo Morales, fue el puntapié inicial de esta
iniciativa que, con base en el Complejo Universitario, se realizó en simultáneo
a la Cumbre de las Américas.
Con
decenas de actividades e intercambios la “contracumbre” demostró el espíritu
antimperialista de los Pueblos de
nuestra América, así como también las exigencias y necesidades de los sectores
populares, en el camino de construir alternativas civilizatorias frente a la
crisis capitalista.
Es
de destacar en esta iniciativa, el haber logrado la articulación de los que
podemos considerar los cuatro actores centrales de lo que entendemos como campo
popular: los partidos de la izquierda “tradicional” (PCR, MST, PO, entre
otros), los sectores de la izquierda Kirchnerista que fueron impulsores de la
Cumbre de los Pueblos (como Miguel Bonasso,), la izquierda reformista (sectores
enrolados en la CTA) y lo que hoy llamamos Izquierda Popular.
Lucha
de calles y lucha diplomática
Durante
los dos días que se realizó la Cumbre de las Américas, la masiva concurrencia a
las distintas actividades y la enorme participación en las movilizaciones
realizadas, logradas a pesar de las amenazas de represión, de la división de la
ciudad por vallas, y de la fuerte campaña mediática intentada para hacer de
“Mar del Plata, Ciudad Cumbre”, lograron acompañar en las calles la
resistencia contra la implementación del ALCA que, con el Comandante Hugo
Chávez a la cabeza, lograron imponer nuestros países en las discusiones dadas
en la Cumbre.
El
acto realizado en el Estadio Mundialista fue el broche de oro de esas jornadas
de resistencia, acto en el cual ante miles de personas Hugo Chávez lanzó
aquella definición que aún hoy perdura en nuestros oídos: “Hemos venido con una pala, porque
en Mar del Plata está la tumba del ALCA”.
El
Área de Libre Comercio de las Américas era un proyecto multilateral para
eliminar las fronteras aduaneras y las protecciones arancelarias,
garantizándose de ese modo la “libre circulación” de bienes y servicios (no así
de las personas), lo cual hubiese implicado la destrucción de las industrias
latinoamericanas, y el control económico de nuestros países por parte del
imperialismo norteamericano.
Pero
gracias a la resistencia de los Presidentes de Venezuela, Brasil y Argentina
durante el desarrollo de la Cumbre, y a la enorme movilización continental
contra su implementación, se logró impedir que el ALCA tuviese posibilidades de
éxito al lograr sacar una declaración firmada por todos los países, excepto
Estados Unidos y Panamá, que no hizo mención a ese proyecto.
Los
resultados de la Cumbre significaron la que fue quizá la mayor derrota
sufrida en el campo político y diplomático por Estados Unidos (que desde
sus orígenes, a través de la “Doctrina Monroe”, define a todas las tierras al
Sur del Río Bravo como su “patio trasero”), y fue sin dudas el germen que
posibilitó la construcción y desarrollo de las distintas iniciativas de
integración latinoamericana (UNASUR, CELAC, ALBA), que, con todas sus idas y
vueltas, ha cambiado la geopolítica americana y mundial.
La
derrota del ALCA, sin embargo, no significa que el imperialismo haya abandonado
sus intentos de imponer sus proyectos, razón por la cual hay que profundizar la
construcción de proyectos y organizaciones políticas que hagan realidad el
sueño de la PATRIA GRANDE y puedan enfrentar los intentos de restauración
conservadora en nuestro continente, así como los “nuevos ALCA” que, ahora
en forma bilateral, y también a través de la llamada “Alianza del Pacífico”, se
intentan impulsar.
El desafío es grande, como grande es
la esperanza de lograrlo. Ya lo logramos en 2005, y lo lograremos todas las
veces que sea necesario. Porque en Nuestramérica, NO PASARÁN.
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